Viernes, 12 de Septiembre de 2025
Un análisis que abarca la caída de la producción local de gas natural y la consecuencia de la desaparición de las exportaciones de GLP a la región.
Qué pasa con la producción de GLP en Bolivia. Es el interrogante que recorre en los pasillos de productores, importadores y distribuidores. Lo que hay es una situación delicada en función del declino en la producción de gas, que lleva a una menor oferta de producto.
Según la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) la demanda interna se sitúa en 130 mil garrafas diarias, mientras que la producción alcanza las 158 mil, las cuales son distribuidas mayoritariamente por YPFB, la petrolera pública.
Desde la ANH se informó que las refinerías de YPFB produce unas 120 toneladas diarias, en las plantas separadoras de líquidos de Río Grande y Carlos Villegas (aproximadamente 120 mil garrafas).
Lo que está claro es que la producción para la demanda interna está cubierta y si hay desabastecimiento en determinadas regiones, se puede deber a distintos motivos. El Gobierno habla de especulación, por ejemplo. Otro drenaje es el contrabando hacia Perú, donde hay precio libre y se duplica o triplica a lo que se abona en tierra boliviana.
Entonces, detrás de estos números hay situaciones que se mueven hacia una caída real. Por ejemplo, es fuerte el declino de gas natural
Según la Oficina de Estadísticas públicas, el INE, la producción de gas natural, medido en metros cúbicos, en el 2024 fue de 11,8 millones. Un número menor a los casi 17 millones del 2021. Esta merma provoca menos producción de los derivados como es el GLP.
Esta merma se observa en la caída de las exportaciones. Hoy, por ejemplo, Paraguay recibe el 90/95% del GLP desde Argentina. Y solo hace importaciones puntuales desde Bolivia, cuando 10 años atrás la ecuación era al revés. Para ese entonces, Bolivia, a través de YPFB, había emergido como un proveedor regional a partir de la puesta en marcha de dos plantas refinadoras nuevas, Senkata y Gran Chaco.
En la última exposición de Oil & Gas, llevada a cabo en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, distintos ejecutivos de las productoras locales, coincidían, ante americaglp.com, que habían tenido llamados de los pocos envasadores privados que hay en Bolivia. Incluso hay comercializadores paraguayos que ya están próximos a hacer ventas a las envasadoras bolivianas.
Entonces desde el Gobierno se insiste que no hay crisis en el abastecimiento del GLP, sin embargo, muchos advierten, que además del GLP, el país andino deberá importar otros combustibles. Todo esto producto de un evidente declino de la producción de gas natural.