Martes, 18 de Marzo de 2025
Una distorsión que se le atribuye a la fórmula de la Secretaría de Energía para armar el precio del mercado interno similar a los de exportación. Pese a la buena intención, difieren y mucho. En Mont Belvieu, 380 dólares la TN más flete; en la Argentina 550 dólares con impuestos.
La desregulación del mercado del GLP en la Argentina, trajo sombras y luces, que se irán disipando o reforzando, respectivamente. La introducción viene a cuenta sobre la polémica que viene generando el precio de paridad de exportación de la tonelada del GLP, tanto butano y propano, para el mercado interno, que elabora la Secretaría de Energía (SE), mes a mes.
Lo que llama la atención es que el mercado interno argentino abona más caro el gas para la garrafa de lo que pagan las empresas importadoras de Chile o Brasil, por ejemplo. O mucho más caro que el valor FOB de la plaza Mont Belvieu, de Estados Unidos, que marca el valor de la TN a nivel global. El diferencial supera el 35%.
Por ejemplo, en el mes de febrero, el costo de la tonelada (TN) del butano que publicó la SE fue de $551.216 pesos más impuestos; y en el caso del propano de $500.538 pesos más impuestos. A simple vista, se podría decir que la TN, con impuestos incluidos, en el mercado interno estaría alrededor de los 550 dólares, en promedio, según el valor de referencia de la cotización del dólar.
Esta cifra es mucho más elevada que el precio promedio que abonaron los importadores chilenos durante el 2024, que fue de 372 dólares la TN. Mientras que el promedio que pagaron los empresarios del Brasil fue por 450 dólares, de acuerdo a los números que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
En el caso del precio Mont Belvieu, que rige el valor internacional, Adrián Calcáneo, señaló en un seminario organizado recientemente por la publicación México Gas, que el valor interno en los distintos puntos de producción de Estados Unidos es de, aproximadamente, de unos u$s 300 dólares la TN, pero cuando llega a la ciudad costera de Mont Belvieu, en el Golfo de México, por tasas y transporte, alcanza los u$s 380 dólares. A este valor, un importador, de cualquier parte del mundo, le debe sumar el costo de flete.
Frente a estos números, es que los precios de paridad de exportación, que mes a mes presenta la SE, no guardan relación con los valores internacionales. Incluso, el propano que tiene un valor menor al butano, también es más caro.
En esta situación no escapa al análisis de que “el aumento de la producción de gas natural, a través del gas no convencional de Vaca Muerta, que contiene más líquidos que el gas convencional, y el incremento de capacidad de separación de propano y butano conlleva al aumento de la oferta de GLP en el mercado local, ergo debería producir una baja de los precios internos. Si no hay baja, entonces hay una importante renta de parte de las productoras, que se convalida con los precios de paridad de exportación que elabora la SE”, explicó un analista del sector que prefirió el anonimato.
A partir de este contexto, se podría formular los claroscuros que hay hasta el momento:
* La Ley 26.020 del GLP, sostiene que el mercado interno no debe abonar por el precio de la tonelada más caro de lo que se exporta.
* Los más memoriosos recuerdan que la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), a principio del año 2000, multó a YPF, en ese entonces en manos de la española Repsol, por 110 millones de dólares por vender el GLP más caro en el mercado interno de lo que vendía en el exterior.
* Lo que se evidencia, como en su momento fue tema de polémica en el Congreso del GLP 2018, es que la fórmula que utiliza la SE para elaborar el precio de paridad de exportación habrá que revisarla, pues la misma se estableció en el año 2015.
* Lo importante es pensar una nueva fórmula del precio de paridad de exportación, porque no tiene lógica que, en el país de Vaca Muerta, el GLP se abone más caro que en los países importadores, como Chile o el Brasil. Algunos operadores y comercializadores sostienen que estos valores de paridad de exportación están "inflados".
* Llama la atención el motivo de la distancia que toma el precio del butano respecto al propano. Hasta julio del año pasado, siempre la diferencia fue entre un 5 o 10%. Hoy ese diferencial trepó hasta un 20%.
* El nuevo panorama de mercado desregulado, pone sobre relieve estas cuestiones que deben ser analizadas y encontrar una pronta y rápida respuesta, para no generar un ruido innecesario. Cuando el modelo de producción y comercialización de GLP estaba atravesado por los subsidios, esta situación no tenía mayor importancia. El subsidio tapaba estas distorsiones. Ahora, sí.
* En los primeros días de la desregulación, se supo, hubo petroleras que ofrecieron descuentos a comercializadores si se les retiraban producto de determinadas bocas en Neuquén. Habrá que ver si esto se convierte en una constancia.
A modo de conclusión, se puede decir que el mercado se tendrá que acomodar a esta situación y empezar a practicar el libre juego de compra y venta, como era en otros años.