Viernes, 17 de Mayo de 2024
No habrá precios que acompañen los mayores costos; el Gobierno mira desde lejos y el sector se llena de preguntas.
Ya casi en plena temporada y con la aparición de los primeros fríos intensos, el negocio del GLP envasado ingresó en su fase de alta temporada. Sin embargo, muchos actores esperaban que los nuevos "precios máximos" del Gobierno ya estuvieran al amparo de una Resolución firmada y en vigencia, a través de la Secretaría de Energía. Pero eso no sucedió.
¿Habrá nuevos precios? Mmmmm. Tal vez sí, pero el Ministerio de Economía, que comanda la secretaría de Energía, puso el freno de mano en todos los incrementos que inciden en mayor o menor medida en los índices de inflación. El Gobierno está celoso de mantener el sendero descendiente de la inflación y no devaluar.
El sector del GLP tendría que mirar en otros sectores respecto al comportamiento que tendrá con él. Así como frenó la indexación mensual a las tarifas del gas por red a las Distribuidoras, y tampoco autorizó los precios de invierno (de mayo a septiembre) del gas natural a las productoras y del kilowatts a la generadora eléctricas, es probable que al sector del fraccionado y distribución de GLP pueda suceder algo similar.
Días pasados la Cámara de Empresas de Gas Licuado (Cegla) reclamó una garrafa de 10 kilos a un precio de $10.500 a $11.500 pesos. La Resolución que traerá un nuevo valor apenas llega a $8.500, como “precio máximo sugerido” en puerta de depósito. Y todavía no tiene fecha de salida.
Por otro lado, no escapa al análisis que la tonelada a nivel internacional estará alrededor de los 400 dólares, y el Gobierno estipulo una devaluación del peso de acá fin de año de un 2% mensual. Esto también juega a favor de una estabilidad del precio final, que el Gobierno piensa intensificar ante los reclamos de mayores precios.
El diferencial con el precio vigente, $7.500 en la puerta de depósito, no acompaña los mayores costos, como ser la inflación que ya alcanza un acumulado del 65% en los primeros seis meses.
Lo que se puede observar es que el gobierno apuesta a planchar variables que no incidan en la inflación. Y la comercialización de gas envasado está en esa situación.
Será tiempo, entonces, de revisar costos internos, pero también afrontarse a una competencia entre comercializadores para lograr mantener volúmenes de venta.
La otra situación que no escapa al comportamiento del sector del gas envasado es la caída del consumo masivo, es decir las compras en los supermercados. Por ejemplo, en el mes de abril pasado se registró un retroceso de 20,4 % interanualmente, de acuerdo a un informe de la consultora Focus Market, que se especializa en el tema.
A esto se le suma que la caída de la capacidad de compra de los asalariados es de un 25%, aproximadamente, en estos primeros cinco meses. Si bien en el sector se dice que puede haber una merma de un 10%, por la suba de los precios, todo augura que será una retracción momentánea hasta que los salarios se acomoden a un nuevo panorama.