Un nuevo capítulo para el GLP en la Argentina

Martes, 18 de Noviembre de 2025

Por Lic. Paula Pellegini* / El sector del Gas Licuado de Petróleo (GLP) a nivel global está en constante evolución, impulsado por la digitalización y la necesidad de una mayor eficiencia y transparencia. Argentina, a través de la Secretaría de Energía, ha tomado un rol proactivo en esta transformación.

El actual “Contexto Nacional” es “hacia la Desregulación”. En este sentido, durante 2024, la Secretaría de Energía llevó adelante un proceso integral de revisión de resoluciones que permitió diseñar las bases del nuevo esquema regulatorio.

Este nuevo esquema es el Decreto N° 446/2025, el cual establece un marco de desregulación basado en libertad responsable, transparencia y trazabilidad. Y entendemos que la próxima “Etapa” es de “Implementación”, que consistirá en reglamentar y adaptar normas, asegurando seguridad, información y eficiencia operativa en el nuevo sistema.

Nosotros entendemos que debe haber “Libertad Responsable”, lo que se entiende que la desregulación no es anarquía, sino libertad para producir, transportar y vender con eficiencia. Esto se equilibra con la responsabilidad de operar con seguridad, trazabilidad y respeto por las reglas.

Sobre esto, habrá un “control modernizado”, y para esto, estamos transformando el sistema. El control no desaparece, se moderniza. Ya no necesitamos más formularios, sino mejor información. Nos basaremos en datos vivos, trazables y públicos.

Por esto, entendemos que la “Nueva Relación Estado-Mercado”, es la de un Estado que garantiza reglas claras, ágiles y predecibles. Por su parte, el mercado garantiza transparencia, cumplimiento y compromiso en este nuevo modelo de relación.

Respecto al Decreto N° 446/2025, debemos precisar “los puntos clave del nuevo paradigma”. El Decreto redefine el marco regulatorio del GLP, dejando atrás un sistema de intervención comercial para avanzar hacia un modelo sustentado en seguridad, información y trazabilidad.

Eso se transformó en la “Eliminación de precios máximos”, el cual era un esquema de precios administrados. Los precios pasan a determinarse por la competencia, la eficiencia y la logística real, bajo monitoreo permanente del Estado.